Una mujer maravillosa quiso tener un detalle muy especial con su novio. A él le gusta el padel, ¡más que nada!, y pensó que hacer una tarta lo más similar posible a su raqueta le gustaría.
La tarta es un bizcocho de chocolate bañado en almíbar de chocolate, relleno de butterswiss de nutella y conguitos. La decoración es completa de pasta de azúcar tintada con colorantes alimenticios de la casa "wilton", y los detalles son todos a mano de pincel con tinta comestible plateada y negra.
La base sobre la que colocamos la tarta emula una pista de padel, todo elaborado con goma eva (NO COMESTIBLE), lo aviso por si acaso!!, jejejeje...